Río Ozama ; Nuestro Vertedero Marítimo

Plantas acuáticas, envases plásticos, fundas, ramas de árboles, latas de todo tipo y aguas sucias descargándose en el afluente, son solo algunos de los principales elementos visuales presentes en la superficie del Río Ozama.

Esta panorámica, a veces criticada por unos y justificada por otros, convierte, a juicio de muchos, en un foco abierto de contaminación la orilla del Río Ozama.

La misma presenta un avanzado estado de deterioro, causado en parte por la contaminación a la que esta sometida, siendo receptora de los desechos sólidos de mas de 1500 viviendas de personas de escasos recursos económicos, que por mas de 35 años, han ocupado toda las partes habitadas en su entorno.

Ubicado en la parte este de la ciudad de Santo Domingo, el Río Ozama, en su litoral occidental pasa por los barrios, La Cienaga, Gualey, Los Guandules, Simón Bolívar, Puerto Isabela (Hoyo de Chulín), La Zurza, Capotillo, Las Cañitas, y la Zona Colonial.

En la parte oriental esta presente en el Ensanche Ozama, Los Tres Brazos Sabana Perdida, La Barquita, Vietnam, Catanga y parte de Los Minas.

Estos barrios, específicamente, Los Tres Brazos, el Ensanche Ozama, Gualey, La Barquita y La Cienaga son azotados con frecuencia por continuas inundaciones, producto de las lluvias.

De todo esto una disputa casi permanente se ha motivado respecto a estas comunidades costeras. Numerosos debates se han producido en diarios y revistas de circulación nacional, pero casi todos se han limitado a tratar las reubicaciones, sin que hasta el momento las autoridades hallan podido llegar a una solución satisfactoria.

Sin embargo, vecinos residentes en lugares aledaños, cuentan que algunas familias durante gobiernos anteriores fueron reubicadas en casa y apartamentos de otros sectores, pero que las mismas vendieron para retornar a las riberas del Ozama.

“Cada vez que se nubla, siento que tendré que amanecer en casa de mi hermana”, comenta Nancy delgado, residente por mas de 20 años en el sector de La Barquita.

Delgado relata como en innumerables oportunidades ha perdido casi todos sus ajuares debido a las inundaciones. Cuenta que en una ocasión pensó dejarlo todo y empezar una nueva vida en otro sector, pero que sus condiciones económicas y las pocas oportunidades de empleo del país, la han hecho mantenerse residiendo en la barriada, hasta nuevo aviso.

Soluciones:

Según varios spot publicitarios del Ministerio de Turismo, nuestro país es el destino turístico numero uno de toda América Latina. A pesar de todo eso nuestro Distrito Nacional, a pesar de que tiene costas maritimas, no cuenta con un balneario natural de agua salada a la altura de nuestro supuesto estatus continental.

Para que un turista pueda disfrutar de una playa tiene que desplazarse hacia las provincias del país porque no poseemos una playa en nuestra capital.

Peor aun, no se hacen esfuerzos para reubicar las familias residentes en la orilla del Río Ozama, para que sus desperdicios no vallan a parar a las costas del Malecón de Santo Domingo. Ni una campaña de concientisación para que los desperdicios no sean tirados al agua del río. Que dicho sea de paso posee un gran valor histórico, no solo a nivel nacional o continental, sino mundial.

Al parecer los funcionarios de Medio Ambiente, Salud Publica y de Turismo no saben que los desperdicios del Río Ozama van a desembocar al Mar Caribe y esto afecta la orilla de nuestra única playa capitalina, Guybia. Talvez no les importe, pero también afecta el turismo capitalino.

Esperemos que en víspera de elecciones, se hagan esfuerzos por rescatar la ribera del Río Ozama, para que así las costas oceánicas se mantengan limpias y el sueño capitalino de una playa, al estilo Miami Beach, se haga realidad, esperemos…